Llega el verano y como todos los años viene acompañado de las temidas olas de calor que nos dejan días de intenso calor. Muchas veces las altas temperaturas a las que nos vemos sometidos en esta época del año, son capaces de alterar nuestro sueño y provocarnos unas noches insoportables. En el Centro Médico Arnao vamos a sugerirles una serie de medidas para soportar mejor esas noches calurosas que nos acompañarán durante los próximos meses.
Dieta para combatir el calor
En la medida de lo posible, se aconseja evitar las comidas grasas y demasiado abundantes. Es recomendable aumentar la ingesta de ensaladas, frutas y verduras para reponer las sales minerales que perdemos debido al sudor. Y no olvide dejar pasar un tiempo prudencial entre la cena y la hora de acostarse.
Líquidos, líquidos y más líquidos
Beber mucha agua o zumos naturales a lo largo de todo el día, incluso aunque no tengamos sensación de sed. Olvídese de las bebidas alcohólicas y energéticas, no le harán ningún favor. Y tampoco fume.
Proteger la casa
Se aconseja evitar la entrada del sol y el calor. Tenemos que mantener las persianas bajadas e incluso cerrar las ventanas si el aire de la calle es muy caliente.
El dormitorio
Lo mejor para el dormitorio es colocar ventiladores dirigidos a recipientes con cubitos de hielo para que el aire sea más fresco. Cuando llegue la noche y refresquen las temperaturas, suba las persianas y abra las ventanas para conseguir corriente y la habitación se ventile.
Algodón
Para dormir lo mejor es usar telas de algodón ya que son más frescas. Si se quiere puede optar por humedecer las sábanas con agua tibia o enfriarlas de alguna manera antes de irse a dormir. También es recomendable usar pijamas de algodón o, si lo prefiere, dormir desnudo.
Una ducha antes de ir a la cama
Antes de acostarse, podemos ducharnos, eso sí, siempre con agua templada, nunca fría o caliente. Con esto conseguimos reducir la temperatura corporal y dormir más frescos.
Deporte sí, pero por la mañana
Se recomienda evitar esfuerzos físicos que generen intenso sudor. El ejercicio libera adrenalina y noradrenalina, dos estimulantes del cuerpo que elevan el ritmo cardíaco y la temperatura corporal provocando que uno se sienta más activo y descansado.
Aire acondicionado
Por último, tenemos que hablar del aire acondicionado. Puede ayudarnos en esas noches tan calurosas pero también pueden fastidiarnos el verano si no lo usamos con sentido común. Primero debemos saber que no es aconsejable dormir con él encendido y en caso de hacerlo, regularlo a una temperatura superior a los 24º. Usar temperaturas muy bajas puede causarnos resfriados, problemas de garganta, dolores de cabeza, contracturas musculares, etcétera.
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